El origen del Colegio Luigi Pirandello se remonta a las raíces de sus dos fundadores: María Cristina Millán Parra y Pedro Luis Espinosa Beltrán. Cada uno de ellos forma parte de Familias de Educadores: María Cristina por el lado materno y Pedro Luis por el lado paterno.

Adicionalmente, dada la formación de Maestro que Pedro Luis recibió tanto en la Normal Nacional Mariano Ospina Rodríguez (de Guasca, Cundinamarca) como en la Universidad Pedagógica Nacional (Bogotá), surgió el sueño de crear un plantel educativo privado donde los ideales pedagógicos aprendidos pudieran cristalizarse.

Ambos, María Cristina y Pedro Luis, empezaron su carrera docente trabajando para la misma institución: Instituto José Martínez Ruiz (Barrio La Clarita, Bogotá). Allí, ella desde su grado Kínder y él desde su grado Quinto, pudieron intercambiar ideas, fortalecer una amistad, iniciar una relación afectiva, compartir roles e iniciar a trazar ese sueño de institución a crear.

Con el transcurrir del tiempo y teniendo cada uno más formación y experiencia docente, logramos obtener de las Familias el apoyo espiritual y la invitación a dar el paso adelante. Los Propietarios de los Planteles Instituto José Martínez Ruiz y Colegio San Juan de Ávila, nos llevaron a conocer una naciente urbanización: Villas de Granada. Corría el mes de marzo de 1984.

Después de mucho pensarlo por cuanto no disponíamos de recursos económicos, reunimos nuestros pocos fondos para girar la cuota inicial. Al mismo tiempo, gestionamos un crédito bancario que nos permitiera tener un dinero para reformar la casa a recibir en noviembre de 1984.

Con mezcla de nerviosismo y ansiedad, fuimos poco a poco haciendo las diligencias legales para la creación, así como la compra de los distintos muebles, enseres y material didáctico. Colegas de otros Colegios nos pusieron en contacto con fabricantes de muebles escolares, con proveedores de materiales didácticos y con autoridades educativas para dar todos los pasos necesarios.

A la par de las gestiones anteriores, íbamos diseñando, con anticipación, los motivos de decoración, la estrategia de publicidad y la planificación de nuestro actuar pedagógico.

Una vez llegó la anhelada fecha, 20 de noviembre de 1984, recibimos la casa cuya nomenclatura era Carrera 113 No. 72 C 10 (hoy Carrera 113 No. 74 B 10). Era un día viernes y al día siguiente, iniciamos la adecuación de las oficinas y el salón modelo. Desde el lunes 23 de noviembre, con oficinas, salón modelo, decoración, aviso,..., abrimos puertas e iniciamos oficialmente la vida del COLEGIO LUIGI PIRANDELLO, con inscripción No. 3564 ante la Secretaría de Educación de Bogotá. También iniciamos la modificación de la planta física haciendo tres aulas adicionales en la parte posterior de la sede.

Nuestra forma para hacernos conocer fue la siguiente: íbamos puerta a puerta, nos presentábamos y les entregábamos una carta donde les contábamos quiénes éramos y los invitábamos a visitarnos para explicarles nuestro proyecto educativo. Quienes aceptaban la invitación, una vez llegaban a la sede, eran abordados no menos de 30 minutos donde les explicábamos en detalle qué queríamos, cómo pensábamos y de qué manera nos organizábamos para lograr los propósitos institucionales.